Cuando la estrella desaparece,
y la noche llega a su punto máximo,
déjate guiar,
no temas a la oscuridad,
porque la divina Selene
está a tu lado
en el carro de plata.
Siguiendo el canto del mirlo
ella te lleva al prado de Asphodel
que flota en el azul oscuro del cielo
envuelto en mariposas inmortales.
Está así rodeado
por los espíritus del pasado
que puedes empezar
La gran travesía.
1 comentario
J’aime beaucoup et même un peu plus.