Costas

la luz dorada

viene a iluminar

tu rostro revelado.

Mi corazón

lleno de letargo

se mantiene dentro de él

el inmenso dolor;

Las olas,

salvaje,

estrellarse en las costas;

La espuma perfuma,

reencendidos, nieblas

el recuerdo de las noches

donde nuestro amor infinito

Salió sin hacer ruido.

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